Llamamos blefaritis a la inflamación del borde de los párpados. Es una causa muy común de
malestar e irritación ocular y aunque podemos distinguir dos tipos diferentes, con bastante
frecuencia se presentan ambos a la vez, tenemos:
Blefaritis anterior con escamas en Blefaritis posterior con “bolitas”
las pestañas grasas en las glándulas de Meibomio
– Blefaritis anterior: afecta a la zona del párpado donde nacen las pestañas. A la exploración
podemos ver unas escamas más o menos secas. Se puede asociar a dermatitis seborreica,
atópica…
– Blefaritis posterior: se debe a una alteración en la función de las glándulas de Meibomio
(estas glándulas están en el párpado y se encargan de producir grasa necesaria para tener una
lágrima de calidad). La podemos ver con más frecuencia en pacientes con acné o rosácea.
A veces, incluso el paciente puede ver a simple vista los bordes palpebrales enrojecidos o las
características escamas y “bolitas” grasas en los orificios de la glándulas.
La blefaritis es una enfermedad bilateral, con mayor o menor simetría, cuyos síntomas van a estar
condicionados por una superficie ocular alterada y una lágrima más inestable. Es típica la
sensación de quemazón, de arenilla, ojo seco, fotofobia (intolerancia a la luz)…
Es muy importante tener en cuenta que es una afectación crónica, que podemos llegar a
controlar los síntomas pero es muy improbable su curación, cursando con brotes que varían en
frecuencia e intensidad según el clima, las hormonas…aunque es difícil identificar claramente la
causa.
Así, pese a estar en periodos menos sintomáticos (o asintomáticos), va a ser clave un
mantenimiento básico y aumentar los cuidados durante los brotes. Lo que pretendemos es
enseñar al paciente a ser lo más autónomo posible, identificando de forma temprana los signos y
síntomas de empeoramiento y autogestionando las medidas principales de tratamiento que le
explicamos en consulta.
Dra. Sara Rodríguez