El queratocono es una anomalía de la córnea (la capa transparente en la parte delantera del ojo) que se caracteriza por la protrusión y el adelgazamiento corneal localizado y progresivo, generalmente en forma de cono en la zona inferior temporal, provocando miopía y astigmatismo irregular con la consiguiente disminución de agudeza y calidad de visión.
Es frecuente encontrar en la misma familia varios individuos con queratocono ya que la predisposición genética es importante en esta clase de patología.
Debuta en infancia o adolescencia y evoluciona a un ritmo sin patrón definido hasta la treintena, será sospechosa su existencia en pacientes de edad infanto-juvenil con aumento de la miopía y astigmatismo muy rápido.
Será el oftalmólogo quien diagnostique la patología: En formas incipientes una topografía (estudio de la superficie corneal) y paquimetría (informa del grosor de la córnea) confirmarán su existencia; Cuando está más avanzado, el queratocono puede ser diagnosticado con la exploración clínica en lámpara de hendidura, aunque siempre refrendada por los estudios de imagen anteriormente mencionados.
No existiendo medidas que prevengan la aparición sí hay indicaciones/tratamientos que, una vez diagnosticado, tratan de retrasar su progresión y mejorar la agudeza visual; Desde lágrima artificial a antiinflamatorios y/o antihistamínicos lo que se pretende es disminuir la inflamación y de esta manera evitar que el paciente se frote los ojos (acto ampliamente contraindicado en la población general y mucho mas en un paciente con queratocono).
Si hablamos de mejorar la agudeza visual podemos recurrir a gafa o lente de contacto específica de cuya adaptación se encarga un óptico u oftalmólogo con formación específica. Existen también técnicas quirúrgicas que valorará el especialista según el estado de la córnea y la evolución de la patología.