En el inicio de la primavera nos encontramos con un aumento de pacientes con molestias oculares: picor, lagrimeo, ojo rojo… Están relacionados con el incremento de partículas de polen en el ambiente.

Especialmente susceptibles a ellas son los pacientes con antecedentes alérgicos.

Las siguientes medidas son deseables para aliviar estos síntomas:

  • Usar gafas sol como barrera física.
  • Mantener una buena estabilidad de la película lagrima empleando lagrimas artificiales sin conservantes.
  • Buena limpieza palpebral con toallitas específicas.

 

Cuando todo esto no es suficiente, se recurre al uso de colirios antihistamínicos.

Con ello se busca aliviar la sintomatología y evitar el frotar los ojos, que puede ser el desencadenante de otras patologías, y/o empeorar las preexistentes.